Queda prohibido llorar sin aprender,
levantarte un día sin saber qué hacer, tener miedo a tus recuerdos. Queda prohibido no sonreír a los problemas, no luchar por lo que quieres, abandonarlo todo por miedo, no convertir en realidad tus sueños. Queda prohibido no demostrar tu amor, hacer que alguien pague tus deudas y el mal humor. Queda prohibido dejar a tus amigos, no intentar comprender lo que vivieron juntos, llamarles solo cuando los necesitas. Queda prohibido no ser tú ante la gente, fingir ante las personas que no te importan, hacerte el gracioso con tal de que te recuerden, olvidar a toda la gente que te quiere. Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo, no creer en Dios y hacer tu destino, tener miedo a la vida y a sus compromisos, no vivir cada día como si fuera un último suspiro. Queda prohibido echar a alguien de menos sin alegrarte, olvidar sus ojos, su risa, todo porque sus caminos han dejado de abrazarse, olvidar su pasado y pagarlo con su presente. Queda prohibido no intentar comprender a las personas, pensar que sus vidas valen más que la tuya, no saber que cada uno tiene su camino y su dicha. Queda prohibido no crear tu historia, no tener un momento para la gente que te necesita, no comprender que lo que la vida te da, también te lo quita. Queda prohibido no buscar tu felicidad, no vivir tu vida con una actitud positiva, no pensar en que podemos ser mejores, no sentir que sin ti este mundo no sería igual. Alfredo Cuervo Barrero
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Tus hijos no son tus hijos son hijos e hijas de la vida deseosa de si misma. No vienen de ti, sino a través de ti y aunque estén contigo no te pertenecen. Puedes darles tu amor, pero no tus pensamientos, pues, ellos tienen sus propios pensamientos. Puedes abrigar sus cuerpos, pero no sus almas, porque ellas, viven en la casa del mañana, que no puedes visitar ni siquiera en sueños. Puedes esforzarte en ser como ellos, pero no procures hacerlos semejantes a ti porque la vida no retrocede, ni se detiene en el ayer. Tú eres el arco del cual, tus hijos como flechas vivas son lanzados. Deja que la inclinación en tu mano de arquero sea para la felicidad. Kahlil Gibran El hada más hermosa ha sonreído al ver la lumbre de una estrella pálida, que en hilo suave, blanco y silencioso se enrosca al huso de su rubia hermana. Y vuelve a sonreír porque en su rueca el hilo de los campos se enmaraña. Tras la tenue cortina de la alcoba está el jardín envuelto en luz dorada. La cuna, casi en sombra. El niño duerme. Dos hadas laboriosas lo acompañan, hilando de los sueños los sutiles copos en ruecas de marfil y plata. Antonio Machado. Si puedes conservar la calma cuando alrededor todos pierden la suya y te inculpan, Si puedes confiar en ti cuando todos los hombres de ti dudan, y ser, no obstante, igualmente indulgente con sus dudas. Si puedes esperar y no desalentarte en la espera, y, siendo tú engañado, no transigir con la mentira, y, siendo tú odiado, no dar lugar a más odio, y puedes, aún así, no demostrar más bondad de la que sientes, ni hablar demasiado sagazmente. Si puedes soñar y no hacerte esclavo de tu sueño. Si puedes pensar sin convertir tus pensamientos en designios. Si puedes enfrentarte con el triunfo y el fracaso y tratar a ambos impostores de igual manera. Si logras tolerar escuchar la verdad por ti expuesta, falseada por bribones y transformada en trampas para tontos, y contemplar aquello por lo que diste tu vida, deshecho, y lanzarte a reconstruirlo con desgastadas herramientas. Si puedes acumular tus aciertos y arriesgarlos en una vuelta de cara o cruz; y perder, y comenzar otra vez desde el principio sin dedicarte a lamentar tu pérdida. Si puedes dialogar con muchedumbres o caminar junto a reyes y conservar tus virtudes y tus rasgos. Si ni enemigos ni amigos entrañables pueden herirte. Si todo hombre confía en ti, pero ninguno en demasía. Si puedes nutrir cada inexorable minuto con el valor de sesenta segundos de distancia recorrida. Tuya es la Tierra y todo lo que en ella habita. Y, lo que es más aún, serás un Hombre. ¡Hijo mío! Rudyard Kipling ¿Has visto a los niños jugando o escuchado el chisporroteo de la lluvia en el suelo? ¿Has seguido a una mariposa en su errático vuelo u observado al sol desvaneciéndose en la noche? Mejor detente, no bailes tan deprisa, el tiempo es corto la música no durará. Pasas cada día volando preguntas, ¿quién soy? y no escuchas respuesta. Cuando el día acaba, ¿te acuestas con mil ideas corriendo por tu cabeza? Mejor detente, no bailes tan deprisa, el tiempo es corto la música no durará. Has dicho a tu hijo: "Lo haremos mañana" y ¿en tu apatía no ves su tristeza? Has perdido el tacto, dejando una amistad morir porque no tuviste tiempo para decir "Hola" Mejor detente, no bailes tan deprisa, el tiempo es corto la música no durará. Corres para llegar a alguna parte pero, te pierdes la mitad de la diversión de llegar ahí. Cuando te preocupas y apuras durante el día, es como un regalo sin abrir... tirado a la basura. La vida no es una carrera, se toma un poco más lentamente, escucha la música antes de que la canción termine. David L. Weatherford Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito, repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien no cambia de marca. No arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce. Muere lentamente quien hace de la televisión su gurú. Muere lentamente quien evita una pasión, quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las “íes” a un remolino de emociones, justamente las que rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos. Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos. Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en si mismo. Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar. Muere lentamente, quien pasa los días quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante. Muere lentamente, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo, no preguntando de un asunto que desconoce o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe. Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar. Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos una espléndida felicidad. Martha Medeiros Un viento me trajo a ti y con tu magia me cautivaste. Labraste sobre mi corazón un mundo de pasión. Y me llamó tu belleza, sobre todo tu interior. La luz enarbolaba sobre casas de piedra y sitiadas por el silencio. Y me llamó la música, la danza y la gastronomía con la que seduces a todo el que viene. Y me llamó el viento con el que tallas mi rostro. Por el que me haces sentir libre, fresca y viva. Ese viento que levanta esa arena fina, blanca y brillante que es custodiada por el indio que todo lo ve. Ese viento que moldea y protege las dunas que con resiliencia nos protegen. Y me llamó el silencio en la noche pescando y la alegría en la noche festiva. Y me llamó su gente, su lengua, sus costumbres. Los graznidos de las gaviotas, las redes varadas, los barcos en faena. Y me llamó tu olor, una mezcla luminosa indescriptible. Y me llamó la atracción que sienten la luna y el mar con tu Santa Rosa de vigía. Y me llamó tus alrededores, todo lo que te rodea es bello, salvaje, excitante. Las travesuras de los trasgos por la costa. Las dunas, las playas paradisíacas, la mezcla de lo dulce con lo salado en las lagunas, las marismas y la gran variedad de flora y fauna. Y ahora aquí estoy, impregnado de todo tu ser, tuyo soy y mío eres. Laura Fuente Ovejas Poema a Laxe (A Coruña) @micaferin No te rindas, aún estás a tiempo de alcanzar y comenzar de nuevo, aceptar tus sombras, enterrar tus miedos, liberar el lastre, retomar el vuelo. No te rindas que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir tus sueños, destrabar el tiempo, correr los escombros y destapar el cielo. No te rindas, por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda y se calle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños, porque la vida es tuya y tuyo también el deseo, porque lo has querido y porque te quiero. Porque existe el vino y el amor, es cierto, porque no hay heridas que no cure el tiempo, abrir las puertas quitar los cerrojos, abandonar las murallas que te protegieron. Vivir la vida y aceptar el reto, recuperar la risa, ensayar el canto, bajar la guardia y extender las manos, desplegar las alas e intentar de nuevo, celebrar la vida y retomar los cielos, No te rindas por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se ponga y se calle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños, porque cada día es un comienzo, porque esta es la hora y el mejor momento, porque no estás sola, porque yo te quiero. Mario Benedetti Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar. Antonio Machado. Te has cruzado, Señor, en mi vida y al pasar has fijado en mí tu mirada. Soy de los que te quieren sin haberte visto. Dame el sabor a TI que Pablo poseía para que pueda decir a mis hermanos lo que de TI he oído, he palpado. Dame a sentir tus sentimientos, los que en el que hacer de cada día fuiste casi insensiblemente entretejiendo. Enséñame tu modo de tratar a todos: discípulos y niños, leprosos, prostitutas y letrados. Enséñame a preparar junto a la mar algo de comer a los cansados. Que aprenda a tu lado a ser compasivo con el ciego del camino, los pobres, los impuros; que sepa llorar el dolor de los amigos y el grito en la cruz abandonado de todos. Haz que sepa imitar tu sencilla vida, la que te hizo exigente contigo y servicial con los otros. Deseo conocerte como eres, tu imagen sobre mí bastará para cambiarme: Juan quedó subyugado, Herodes defraudado y Pedro convertido. Dame a sentir el perdón que siempre me ofreciste y enséñame, Señor, a proceder como tu procediste. Fernando Castellá sj. |
PALABRASEl poder de la PALABRA. Textos, poemas y frases que inspiran. ESCRITOS
1. SI...
2. Baile Lento.
10. Paisaje.
11. Educar.
12. Otro aniversario.
15. Sé tú mi límite.
16. Los Sueños.
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